Cosas en las que somos malos en el béisbol de fantasía

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Traducido por Pepe Latorre

Es cierto que aún tenemos playoffs para un mes más aproximadamente y siempre hay algo de béisbol que ver en algún lugar. Pero el domingo pasado fue un día importante para aquellos de nosotros que jugamos béisbol de fantasía ya que marcó el remaining de otra temporada. En Baseball Prospectus cubrimos el béisbol de fantasía durante todo el año, pero este es ese momento extraño en el que no hay mucho sobre la próxima temporada. Podría escribir fácilmente 1.400 palabras sobre cómo serán las dos primeras rondas de los drafts de 2024. Una pieza así podría ser entretenida, pero no demasiado útil.

En lugar de centrarme en lo que sucederá en los drafts dentro de cinco meses, pensé que hoy me tomaría el tiempo para analizar mi línea de “negocio”, es decir, dar consejos sobre béisbol de fantasía. Estamos en un momento increíble en el mundo del béisbol de fantasía, donde hay más personas que nunca dando consejos excelentes y prácticos. Pero hay cosas que siempre podemos hacer mejor (y me incluyo en el “nosotros”). A continuación presento cinco áreas en las que creo que podríamos mejorar.

Estamos demasiado centrados en el ahora

Tanto si juegas en una liga diaria como semanal quieres y necesitas consejos sobre qué hacer con tu alineación. A menos que juegues exclusivamente en ligas mono, siempre tendrás que tomar decisiones y es bueno conocer las ventajas del pelotón, las semanas con dos aperturas o incluso los receptores con poco brazo que podrían brindarles a tus jugadores más rápidos algunas oportunidades extras para robar bases.

Este consejo es importante, pero no lo es todo. Casi todos los artículos y podcasts se centran exclusivamente en este tipo de gestión de alineaciones. Sí, a principios de junio period consciente de que Luis Matos period una opción obvia para estar en el banco, pero ¿tenía posibilidades de quedarse, de empezar partidos a finales de agosto o incluso de permanecer en el roster de los Giants? ¿Cuatro meses con Matos iban a ser mejores que lo que podría haberme dado el quinto jardinero que actualmente tenía en mi equipo?

Sé que nunca habrá artículos o podcasts que tengan la capacidad de tomar decisiones sobre el roster por mí, pero muchas discusiones se centran demasiado en el ahora. A menos que necesite consejos para ligas de tipo DFS (ligas muy orientadas al corto plazo), este tipo de contenido me deja a menudo con ganas de más. Sería imposible incluir planes de contingencia en nuestras discusiones, pero algo de visión de futuro sería útil para nuestra audiencia.

Estamos demasiado obsesionados con las métricas

He pasado poco más de la mitad de mi carrera fuera del béisbol trabajando en ciencias/análisis de datos y por tanto me encantan las métricas. Pueden ser una parte important de la narrativa y cuando se usan bien pueden proporcionar información clave que nos permita comprender más fácilmente conceptos difíciles. Sin embargo, también se pueden utilizar como excusas vagas. Esto es, en mi opinión, lo que pasa a menudo en la comunidad de las ligas de fantasía.

“Es mejor golpear la pelota con fuerza que con suavidad”. Sí, lo es, pero no estoy seguro de necesitar una métrica que me diga algo que period obvio incluso antes de que existieran la métrica y las mediciones. También hay muchas otras formas de evaluar a los bateadores que van más allá de las métricas de la bola bateada, pero con demasiada frecuencia estas se minimizan o se dejan de lado porque la velocidad de salida y las tasas de barrel se han convertido en lo más importante. Y son ciertamente importantes, pero sólo cuentan una parte de la historia, no la totalidad.

Hay demasiada cobertura específica de la “liga”

No, no me refiero al Circuito Senior o Junior. En este caso, me refiero al Campeonato Nacional de Béisbol de Fantasía, o NFBC (según sus siglas en inglés) para abreviar. Si consumes, incluso una cantidad moderada de contenido de fantasía es imposible no oír hablar de la NFBC y en explicit del Foremost Occasion. Esto no es una crítica ni del Foremost Occasion ni de la NFBC, ambos son excelentes. Sin embargo, si bien es una competencia excelente, no refleja cuántos jugadores de fantasía compiten.

La mayoría de los jugadores de fantasía no compiten en ligas que incluyan una competencia basic y un ganador de una “liga de ligas”. El énfasis en este tipo de competiciones lleva a un análisis que pone demasiado peso en presentar rosters equilibrados que sean competitivos en todas las categorías del Roto con una obsesión explicit por encontrar salvados. Estas ligas tampoco tienen listas de lesionados ni traspasos. Si bien hay ligas que juegan con estas reglas, no son ni de lejos la norma.

Malo para poner en contexto las estadísticas: la period de nuestras costumbres

Comparar a un pelotero con sus contemporáneos tiene sentido. Cuando un pelotero hace algo inusual, es algo más difícil encontrar un contemporáneo que lo iguale o se acerque perfectamente. Aquí es donde frecuentemente los analistas caen en la trampa de no comprender que lo que sucedió hace cinco o diez años a menudo no es ilustrativo.

Los ponches, tanto para los bateadores como para los lanzadores, son un ejemplo claro de esta trampa. “El jugador Z se poncha el 28% de las veces, es igual que el jugador V, que también se ponchó el 28% de las veces en 2011”. Si bien ambas tasas de ponches son malas, el bateador de 2023 en este ejemplo hipotético está más cerca de la tasa promedio de la liga que el bateador de 2011 en un cinco por ciento. Lo que hace un jugador en comparación con sus contemporáneos importa más que lo que hace en comparación con un jugador de hace más de una década.

Para ser justos, la pandemia del COVID-19 en conjunción con el flujo constante de cambios de reglas ha provocado muchas más fluctuaciones en el juego y en nuestras bases estadísticas de las que normalmente ocurren en un período de tres o cuatro temporadas. Sin embargo, esta es una razón aún mayor para estar atentos y no comparar inadecuadamente estadísticas de épocas distintas ni pasar por alto el contexto.

Malo en contextualizar las estadísticas: ignorar otros factores

He escuchado o leído segmentos muy largos que exponen las habilidades de un pelotero mientras pasan por alto o ignoran cosas como el estadio en el que juega, la defensa detrás de él, la alineación que lo rodea o los jugadores con los que compite por un puesto. Un abridor con habilidades promedio, pero con un gran bullpen detrás de él ofrece más opciones de victoria que un abridor con muy buenas habilidades y un bullpen débil. Un lanzador con una gran defensa detrás de él tiene más probabilidades de obtener una efectividad mejor que un lanzador con una defensa por debajo del promedio. Son cosas obvias, pero a menudo no se mencionan en las comparaciones entre peloteros ni se consideran en una clasificación ordinal.

Estas omisiones son útiles si estás en un juego de simulación, que es bueno para sopesar el valor “verdadero” de un pelotero. Sin embargo, en el béisbol de fantasía, y particularmente en Roto, jugamos un juego donde el contexto importa. Para los bateadores, las carreras y las carreras impulsadas están dictadas hasta cierto punto por la alineación, mientras que para los lanzadores todo, excepto los ponches, depende de factores externos.

Una expresión que cada vez se escucha más es “creador de contenido”. Si bien es cierto que todos estamos “creando contenido” como parte de nuestro trabajo, aquello en lo que deberíamos centrarnos es en dar consejos útiles. Jugar al juego de “¿preferirías tener a Gerrit Cole o Spencer Strider?” puede resultar entretenido en un podcast, pero no es viable una vez que pasas el draft a finales de marzo. No hay jugadores de ligas de fantasía que busquen realizar “traspasos provocadores” que involucren a Strider.

Quiero que mis lectores ganen todas sus ligas y mi atención se centra en eliminar el ruido para ofrecer la mayor cantidad de información aprovechable posible. Sin proporcionar un marco útil y ofrecer el contexto adecuado, fracasaré en este objetivo. Es importante recordar que el objetivo del béisbol de fantasía no es necesariamente ser el mejor en el análisis de jugadores, sino más bien en la gestión de competencias y en hacer lo que sea necesario para ganar la liga, incluso si va en contra de la sabiduría convencional.