Qué hace al Clásico Mundial de Béisbol tan especial – segunda parte

Picture credit score: Kelvin Kuo-USA At this time Sports activities

Traducido por Pepe Latorre

Primera parte

Primeras miradas a estrellas extranjeras

Aquí hay una lista de peloteros que jugaron en el Clásico Mundial antes de ponerse un uniforme de la MLB: Yoenis Céspedes, José Abreu, Aroldis Chapman, Yuli Gurriel, Raisel Iglesias, Yu Darvish, Kenta Maeda, Masahiro Tanaka, Daisuke Matsuzaka, Seiya Suzuki, Kodai Senga, Masataka Yoshida, Hyun Jin Ryu, Ha-Seong Kim, Dae-ho Lee, Jung Ho Kang, Seunghwan Oh y Kenley Jansen (como receptor). Ha habido muchos otros, particularmente de Japón, Cuba y Corea del Sur. En cada caso, los fanáticos de fuera del país de origen de ese jugador pudieron verlo jugar contra rivales de las Grandes Ligas por primera vez en el Clásico Mundial de Béisbol.

Este año, hay rumores de que los Orix Buffaloes le pondrían el cartel de traspasable al as Yoshinobu Yamamoto después de la próxima temporada, los Kiwoom Heroes anunciaron el mes pasado que harían lo mismo con el jardinero central Jung Hoo Lee este otoño, y el nuevo contrato del tercera base japonés Munetaka Murakami con los Yakult Swallows debe ser cerrado después de la temporada 2025 (que será antes de su temporada de 26 años). Los tres jugarán en el Clásico Mundial de este año y hay buenas razones para estar emocionados de verlos. Yamamoto, de 24 años, ha ganado el MVP de la Liga japonesa del Pacífico, el premio Eiji Sawamura (como mejor lanzador del béisbol profesional nipón) y la triple corona de lanzadores en cada una de las últimas dos temporadas, registrando una efectividad de 1.54, WHIP de 0.89 y 5.01 Okay/BB en 386 2/3 entradas en esas dos campañas. Lee, también de 24 años, es el MVP de la KBO, ha ganado cinco premios Golden Glove consecutivos y ha bateado .354/.429/.551 con solo 69 ponches en 1,171 apariciones en el plato en los últimos dos años. Murakami, quien acaba de cumplir 23 años a principios de este mes, ha ganado el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Central Japonesa en los últimos dos años, ha bateado .300/.431/.622 en los últimos tres años y acaba de registrar un .318/.458/.711 con 56 jonrones en 141 juegos la temporada pasada.

Los tres deberían estar en equipos de la MLB para 2026, pero estarán en tu televisor esta semana jugando juegos competitivos contra jugadores de las Grandes Ligas. Es muy possible que haya otros cuantos jugadores en este torneo que también vengan a los Estados Unidos en las próximas temporadas, y algunos de esos jugadores sentarán las bases para ese movimiento con actuaciones destacadas en el Clásico Mundial, al igual que José Abreu y Kenta Maeda hicieron en 2013 y Kodai Senga en 2017.

Una celebración de la cultura, la diversidad y el amor por el béisbol que abarca literalmente a todo el mundo

Me encantan los Juegos Olímpicos, pero son el contexto equivocado para un torneo de béisbol y en realidad nunca han entendido bien el deporte. Los Juegos Olímpicos también se están homogeneizando extrañamente. Los Juegos de cada año se llevan a cabo en un solo lugar y, más allá del código de colour de sus uniformes, todos los atletas tienen el mismo aspecto; se adhieren a un sentido common de decoro olímpico y en su mayoría juegan sus respectivos juegos de la misma manera. El Clásico Mundial contrasta fuertemente con el modelo olímpico. Para empezar, tiene lugar en ambos lados del mundo en al menos tres países diferentes (este año en Taiwán, Japón y Estados Unidos. Pero los anfitriones anteriores han incluido a Corea del Sur, México, Puerto Rico y Canadá). La variedad de lugares permite que los fanáticos locales coloreen el torneo, ya sea con las secciones de animación en Japón, las animadoras en lo alto de los banquillos en Corea o las bulliciosas multitudes de América Latina. Eso, a su vez, alienta a los jugadores a expresar la cultura del béisbol de su país de origen en el campo (o en el banquillo, en el caso del plátano de la suerte de República Dominicana o el Mensch on the Bench de Israel). Además, el béisbol es un deporte que permite una amplia variedad de estrategias ganadoras, y también las vemos en juego en el torneo, como el enfoque acquainted del equipo de EE. UU., el juego agresivo y de gran potencia de la República Dominicana, o el small ball de algunos de los países asiáticos.

En el camino aprendemos un poco más sobre los países participantes, su relación con el béisbol y sus atletas. El Clásico Mundial es cómo aprendí a distinguir los nombres japoneses, coreanos y chinos (lo cual es vergonzoso admitir 17 años después, pero la única solución a la ignorancia es la educación). Allí me enteré de que Holanda tiene una liga de béisbol profesional llamada Honkbal Hoofdklasse (el holandés es un idioma extraño). La Liga de Béisbol Italiana profesional, de la que me enteré a través de este torneo, existe desde 1948 (probablemente después de que los soldados estadounidenses introdujeran el juego durante la Segunda Guerra Mundial) y ha empleado a un puñado de jugadores de las Grandes Ligas, algunos después y otros antes de su paso por la MLB. Este año, me enteré de que la República Checa tiene una liga beginner que existe desde 1979 (Extraliga Checa de Béisbol), y que el amor de Fidel Castro por el béisbol (y el éxito internacional de Cuba en el juego) fue basic para evitar que el Pasatiempo Nacional fuera completamente prohibido al otro lado del telón de acero (permítanme otro hyperlink a Michael Clair).

Hubo un tiempo en que se creía que el béisbol period un juego que se jugaba en los Estados Unidos, Japón y partes del Caribe y América Latina. El Clásico Mundial de Béisbol ha revelado que el juego tiene un alcance mucho más amplio y, a su vez, ha ayudado a expandir su alcance. Más allá de los 20 equipos en el torneo de este año, la ronda de clasificación del otoño pasado incluyó equipos de Argentina, Brasil, Francia, Alemania, España, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Pakistán, con Alemania organizando uno de los grupos.

La creación del torneo fue una apuesta de la MLB. Lo más impresionante es que el torneo ha superado las expectativas, no solo en la difusión del béisbol en todo el mundo, sino también en la prestación de un torneo de béisbol divertido, atractivo y competitivo